
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que la crisis migratoria en la frontera con México ha llegado a su fin. A través de su red social Truth Social, destacó que en febrero, su “primer mes completo en el cargo”, se registró la cifra más baja de intentos de cruce de indocumentados en la historia reciente.
Trump detalló que la Patrulla Fronteriza solo realizó 8,326 detenciones de migrantes indocumentados en la frontera sur de EE.UU., asegurando que “todos fueron rápidamente expulsados de nuestra nación o procesados por crímenes contra el país”.
El mandatario comparó estos números con los registrados bajo la administración de Joe Biden, señalando que en su gobierno “hubo 300,000 ilegales cruzando en un mes, y prácticamente TODOS ellos fueron liberados en nuestro país”. Subrayó que, gracias a sus políticas migratorias, “la frontera está CERRADA a todos los inmigrantes ilegales”.
En un esfuerzo adicional por garantizar la seguridad en la frontera, el gobierno estadounidense anunció el despliegue de 2,900 soldados adicionales. El Comando Norte de EE.UU. (NORTHCOM) informó que “aproximadamente 2,400 soldados del 2º Equipo de Combate de la Brigada Stryker (SBCT), 4ª División de Infantería, serán enviados a la zona limítrofe, junto con aproximadamente 500 soldados de la 3ª Brigada de Aviación de Combate”.
Otra medida implementada por la administración Trump es la creación de un registro obligatorio para todos los extranjeros en situación irregular. La secretaria de Seguridad Interior, Kristi L. Noem, anunció que quienes no cumplan con este requisito “serán perseguidos y deportados”, enfrentando multas o penas de hasta seis meses de cárcel.
Con estas acciones, el gobierno de Trump reafirma su postura de tolerancia cero hacia la inmigración ilegal, asegurando que “cualquiera que intente ingresar ilegalmente a EE.UU. enfrentará importantes sanciones penales y la deportación inmediata”.