El canciller israelí, Israel Katz, también se pronunció, afirmando que este ataque “muestra el verdadero rostro” de Irán.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó este sábado 19 de octubre a los aliados de Irán de intentar asesinarlo mediante un ataque con dron contra su residencia familiar en Cesarea, una ciudad del litoral central de Israel.
Netanyahu amenazó con hacer “pagar caro” a los responsables del atentado, que no dejó víctimas ya que él y su esposa no se encontraban en el lugar al momento del ataque.
El ejército israelí informó que el dron procedente de Líbano impactó contra una “estructura” en Cesarea, sin especificar si esta se encontraba dentro de los terrenos de la residencia de Netanyahu.
“Los aliados de Irán que hoy intentaron asesinarnos a mí y a mi esposa cometieron un amargo error”, declaró Netanyahu en un comunicado oficial tras el ataque.
El canciller israelí, Israel Katz, también se pronunció, afirmando que este ataque “muestra el verdadero rostro” de Irán, en referencia a las tensiones que mantienen ambos países.
Katz subrayó la gravedad del atentado, el cual ocurre en medio del creciente conflicto entre Israel y la milicia libanesa Hezbolá, que recibe apoyo militar y financiero del gobierno iraní.
Por su parte, Hezbolá reivindicó este sábado varios disparos de cohetes contra Israel, intensificando aún más la situación en la región.
Sin embargo, el grupo proiraní no ha asumido públicamente la responsabilidad del ataque con dron contra la residencia del primer ministro israelí.
En respuesta a las acusaciones, Irán negó cualquier participación directa en el ataque con dron, pero reconoció que el atentado fue obra de Hezbolá, uno de sus principales aliados en la región.
Este incidente agrava la ya tensa relación entre Israel e Irán, quienes mantienen un largo historial de confrontaciones indirectas a través de grupos y milicias.
Netanyahu cerró su declaración con una advertencia directa: “Cualquiera que perjudique a los ciudadanos del Estado de Israel pagará caro”.
Inteligencia israelí se recupera de fiasco tras masacre de Hamás
Desde el atentado perpetrado por los fundamentalistas de Hamás el 7 de octubre del año pasado a unos kilómetros de la frontera con Gaza, la comunidad de inteligencia de Israel ha venido trabajando para reivindicar su prestigio ante el mayor fracaso en materia de seguridad desde la fundación del país.
Luego de que la nación hebrea se viera confrontada con su Pearl Harbor, la inteligencia israelí ha venido sumando una serie de éxitos, descritos por algunos expertos como “asombrosos”.
Las “victorias” acumuladas en los últimos meses han sido principalmente contra Hezbolá en el Líbano, una milicia mucho más sofisticada y preparada que los combatientes de Hamás, responsables de masacrar a casi mil 200 personas y secuestrar a 251 civiles y soldados.
La eliminación sistemática de líderes del grupo chiita libanés ha sido el resultado de un quirúrgico trabajo de inteligencia.
La cacería comenzó el 30 de julio, cuando en un bombardeo en Beirut fue aniquilado el comandante Fuad Shukr, “el jefe militar de mayor rango”.
El grupo quedaría descabezado el 27 de septiembre luego del asesinado del clérigo chiita Hassan Nasralá, quien dirigía a los fundamentalistas desde 1992.
Estos asesinatos se han producido en medio de bombardeos contra blancos estratégicos y en el contexto de una operación de sabotaje caracterizada en convertir en explosivos portátiles miles de buscapersonas, radios de dos vías y walkie-talkies.