
Este Jueves Santo, en una emotiva ceremonia celebrada en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, realizó el tradicional lavatorio de los pies a personas que representan algunos de los sectores más golpeados por el dolor: madres buscadoras de personas desaparecidas, migrantes en tránsito, y familiares que han perdido a un ser querido por suicidio.
Con este gesto de humildad y servicio, la Arquidiócesis Primada de México buscó mostrar su cercanía con quienes enfrentan una de las peores crisis humanitarias del país: la desaparición de más de 127 mil personas en territorio nacional.
Una misa con profundo simbolismo humano y espiritual
Desde las 16:00 horas, madres y padres buscadores se congregaron en el templo, llevando consigo oraciones, fichas de búsqueda, mantas con los rostros de sus hijos e hijas desaparecidos y una fe inquebrantable. En la misa de la Cena del Señor, encabezada por el cardenal Aguiar, se realizó el lavatorio de pies a 12 personas: cuatro migrantes, cuatro familiares de víctimas de suicidio y cuatro madres buscadoras.
Los colectivos Uniendo Esperanzas Estado de México y Una Luz en el Camino estuvieron presentes durante la celebración eucarística, en la que varias de las madres extendieron lonas con información de sus seres queridos desaparecidos, clamando justicia, verdad y esperanza.
La Iglesia: llamada a consolar y alentar
Durante la misa, la Iglesia recordó que este acto simbólico de lavar los pies se inspira en el ejemplo de Jesucristo, quien lavó los pies de sus discípulos como acto de amor y servicio.
“En sintonía con el ejemplo de Cristo, la Iglesia en México quiere acompañar, consolar y alentar a quienes viven momentos de profundo sufrimiento”, expresó la Arquidiócesis.
Además, se reconoció que estas personas representan el grito de los pobres que claman al cielo por auxilio, y que el gesto del lavatorio también es una forma de reconocer las omisiones que como sociedad e Iglesia se han tenido ante sus dolores.
Un Jueves Santo que da voz al sufrimiento y a la esperanza
El cardenal Aguiar, acompañado por ministros, se acercó a cada persona para lavar y secar sus pies con reverencia. Luego, se secó las manos, se revistió con la casulla y continuó la celebración con una oración por las víctimas, sus familias y por todos aquellos que aún buscan respuestas.
Este Jueves Santo 2025 quedará marcado como un llamado de la Iglesia a la empatía, la justicia y el acompañamiento, recordando que la fe también se expresa en gestos concretos de amor al prójimo.