
El pasado 8 de marzo, cientos de personas tomaron las calles en varias ciudades de Estados Unidos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, con un fuerte enfoque en la protesta contra el expresidente Donald Trump. Las manifestaciones, organizadas en su mayoría por Women’s March, reflejaron el rechazo a su posible regreso al poder.
Una convocatoria con menor asistencia que en 2017
En 2017, Women’s March logró movilizar a más de 4 millones de personas en todo el país en respuesta al inicio del primer mandato de Trump. Sin embargo, en esta ocasión, bajo el lema “Únete y Resiste”, la asistencia fue considerablemente menor, aunque con un mensaje igual de contundente.
Nueva York lidera las protestas
En Nueva York, más de un millar de manifestantes, en su mayoría mujeres adultas y blancas, marcharon desde Washington Square Park hasta Union Square. La movilización culminó en un mitin político donde se escucharon duras críticas contra el Gobierno de Trump, al que calificaron de “fascista”.
Los asistentes portaban pancartas en defensa de la igualdad de género, los derechos reproductivos y la comunidad LGTB+, así como mensajes dirigidos al Gobierno, como: “Sin inmigrantes, Trump no tendría esposa” y “El régimen fascista de Trump debe irse”. También se vieron consignas en apoyo a Ucrania y Palestina, y algunos manifestantes exigieron la destitución de Elon Musk.
Protestas en otras ciudades
A lo largo del país, Women’s March organizó alrededor de 300 eventos, a los que se inscribieron aproximadamente 37,000 personas. Ciudades como Boston y Los Ángeles registraron protestas con un millar de asistentes cada una. En Boston, los manifestantes realizaron una coreografía improvisada en rechazo a la influencia de Elon Musk, actual líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), según reportó NBC.
Una jornada pacífica con escasa presencia mediática
A diferencia de manifestaciones anteriores, la protesta transcurrió sin incidentes significativos. En Nueva York, la presencia policial fue mínima, con menos de una decena de oficiales en la plaza donde concluyó la marcha. Además, se destacó la ausencia de cobertura por parte de los principales medios de comunicación estadounidenses.
La disminución en la asistencia de estas protestas en comparación con años anteriores podría reflejar cambios en el panorama político y social de EE.UU., pero el mensaje de resistencia contra un posible regreso de Trump sigue siendo una constante en estas movilizaciones feministas.