El mandatario salienta subrayó que la “obligación verdaderamente sagrada” de Estados Unidos es preparar a los soldados para el y cuidar de ellos cuando regresen
El presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris realizaron el lunes su primera aparición pública conjunta desde la derrota electoral de ella, al conmemorar el Día de los Veteranos en el Cementerio Nacional de Arlington.
Juntos, colocaron una corona en la Tumba del Soldado Desconocido, rindiendo homenaje a los veteranos militares de EU y a sus familias, aquellos que dieron su vida en el servicio del país.
Durante su intervención, Joe Biden honró el sacrificio de los veteranos, recordando su “mayor honor” al haber liderado y servido al ejército de Estados Unidos.
“Ustedes son la fuerza de combate más grande, y esto no es una exageración, la fuerza de combate más fina en la historia del mundo”, dijo el presidente.
También rememoró sus visitas a bases militares estadounidenses en todo el mundo y sitios históricos como Valley Forge y Gettysburg, en Pensilvania, para rendir homenaje a la historia militar del país.
En su discurso, subrayó que la “obligación verdaderamente sagrada” de Estados Unidos es preparar a los soldados para el y cuidar de ellos cuando regresen, tanto vivos como muertos.
En ese contexto, el presidente anunció que el Departamento de Asuntos de Veteranos ampliará la cobertura de ciertos tipos de cánceres bajo la Ley PACT, legislación que él firmó para mejorar los servicios de salud para veteranos expuestos a humo militar tóxico en instalaciones.
El presidente también expresó su apoyo a las familias de los veteranos caídos, destacando que él y su esposa, Jill, entienden el dolor que muchos enfrentan.
Recordó la dolorosa pérdida de su hijo Beau, quien sirvió en la Guardia Nacional del Ejército de Delaware en Irak antes de fallecer de cáncer cerebral en 2015, a los 46 años.
“A todas las familias militares, a todos aquellos con un ser querido aún desaparecido o no contabilizado, a todos los estadounidenses que lloran la pérdida de un ser querido que llevó el uniforme, Jill y yo queremos que sepan que los vemos, les agradecemos y “Nunca dejaremos de trabajar para cumplir nuestra sagrada obligación con ustedes y su familia”, dijo Biden.
Por lo que la ceremonia incluyó un momento solemne en el que Biden, Harris y otros funcionarios, colocaron sus manos sobre sus corazones mientras sonaba el himno nacional y, posteriormente, “Taps”.