La familia de Jason Scott, uno de los trabajadores fallecidos en el derrame químico de la semana pasada en las instalaciones de Pemex, en Deer Park, Texas, presentó una demanda por muerte por negligencia contra la empresa y sus socios.
La demanda, presentada en nombre de la familia de Scott, alega que “sufrió lesiones fatales y soportó dolor y sufrimiento al sucumbir al gas tóxico” y afirma que su “esposa, hijos y padres han sido privados irreparablemente de su amado familiar como resultado de la conducta de los acusados”, reportó Telemundo.
El abogado Kurt Arnold, que representa a la familia de Scott, declaró que la firma también representa a otros 11 trabajadores lesionados durante el incidente.
Otro grupo de trabajadores entabló una demanda por un millón de dólares en contra de la empresa alegando daños físicos, emocionales y económicos.
La empresa respondió en un comunicado que están conscientes del litigio y que están profundamente tristes por la muerte de los trabajadores, por lo que no han tenido tiempo de revisarla.
Dos personas murieron y al menos cinco más resultaron heridas después de un derrame químico en una planta industrial en Deer Park, que liberó sulfuro de hidrógeno.
Petróleos Mexicanos informó que se activaron los protocolos por una fuga de gas en Deer Park, además de que se detuvo la operación de la unidad de coquización y las unidades de hidrotratamiento.
El ácido sulfhídrico, conocido por su característico olor a “huevo podrido”, es un gas incoloro que puede ser extremadamente peligroso incluso en bajas concentraciones. Su inhalación puede provocar desde irritaciones leves hasta la muerte.