
China, Irán y Rusia realizaron simulacros navales conjuntos en Medio Oriente, ofreciendo una demostración de fuerza en una región aún inquieta por el programa nuclear de Teherán en rápida expansión y mientras los rebeldes de Yemen amenazan con nuevos ataques a buques.
Los ejercicios conjuntos, llamados Cinturón de Seguridad Marítima 2025, tuvieron lugar en el Golfo de Omán, cerca del estratégico Estrecho de Ormuz, la estrecha entrada del Golfo Pérsico por donde pasa una quinta parte de todo el petróleo crudo comercializado en el mundo.
La zona alrededor del estrecho ha visto en el pasado a Irán apoderarse de barcos comerciales y lanzar ataques sospechosos desde que el presidente Donald Trump se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear de Teherán con las potencias mundiales.
Es el quinto año que los países participan en los simulacros.
El ejercicio de este año provocó una advertencia a última hora del lunes del centro de operaciones de comercio marítimo del ejército británico, que declaró que había interferencias del GPS en el estrecho, con interrupciones que duraron varias horas y obligaron a las tripulaciones a recurrir a métodos de navegación de reserva.