En su primer día de mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que declara una emergencia nacional para reforzar la seguridad en la frontera con México. La medida autoriza el despliegue de fuerzas militares y de la Guardia Nacional para frenar lo que Trump ha calificado como “invasiones”, refiriéndose principalmente a la migración ilegal y el tráfico de drogas.
Como parte de su estrategia para enfrentar la crisis migratoria, Trump también anunció la reactivación del polémico programa “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras sus peticiones son procesadas.
Esta medida, sin embargo, dependerá de la colaboración del gobierno mexicano, a quien Trump advirtió con imponer aranceles si no accede a cumplir con los requisitos del programa. Este escenario recuerda a las tensiones previas entre ambos países durante su primer mandato, que involucraron amenazas comerciales y acuerdos bajo el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).
Suspende la CBP One
En paralelo, la jornada estuvo marcada por la sorpresiva suspensión de la aplicación CBP One, que facilitaba a los migrantes agendar citas para ingresar legalmente a EE.UU.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) explicó que la herramienta dejó de operar debido a la sobrecarga, pues había permitido la entrada de más de un millón de personas desde principios de 2023.
La cancelación de las citas dejó a miles de migrantes varados en las ciudades fronterizas de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo. La incertidumbre creció entre los migrantes que dependían de CBP One para regularizar su situación, muchos de los cuales recibieron la notificación de que sus citas habían sido canceladas sin posibilidad de apelación.
Un migrante de Honduras, cuya cita estaba programada para el 25 de enero, expresó su desolación: “Trump cumplió su amenaza, cerró la aplicación y con eso nos quitó toda esperanza de llegar a Estados Unidos”. Ante la crisis, algunos migrantes están considerando quedarse en México, aunque no ven la opción como viable a largo plazo. Otros, resignados, piensan en regresar a sus países de origen, donde las condiciones de vida no mejoran.
Con la reactivación del programa “Quédate en México” y la abrupta cancelación de la herramienta CBP One, la situación en la frontera se complica aún más para miles de migrantes, quienes ahora enfrentan un futuro incierto y lleno de obstáculos para alcanzar su sueño de llegar a Estados Unidos.