
Tras el sismo registrado el domingo en Afganistán, que dejó más de dos mil muertos y miles de heridos, un nuevo terremoto de magnitud preliminar 6.2 sacudió este jueves al país asiático.
El movimiento de placas tectónicas se registró en la región de Hindu Kush, en la frontera con Pakistán. De acuerdo con el gobierno afgano, el saldo del primer terremoto asciende a 2 mil 205 personas fallecidas y 3 mil 640 lesionadas.
Hamdullah Fitrat, portavoz adjunto de los talibanes, informó que las labores de rescate continúan en la provincia de Kunar, la más afectada por el desastre. “Se han instalado tiendas de campaña para familias desplazadas en varios lugares y se está llevando a cabo la distribución organizada de asistencia humanitaria primaria y urgente”, explicó.
El funcionario detalló que alrededor del 98% de los edificios de Kunar sufrieron daños o quedaron destruidos. Además, señaló que los escombros dificultan el avance de las labores de rescate.
Para atender a la población, las autoridades talibanas han desplegado helicópteros y comandos militares, mientras que diversas ONG se han sumado al auxilio, incluso recorriendo horas a pie para llegar a aldeas aisladas debido a deslaves y caídas de rocas.
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) advirtió que los terremotos han golpeado a un país “al límite”, que ya arrastra múltiples crisis humanitarias y enfrenta dificultades de financiamiento para atender emergencias de esta magnitud.
Este desastre natural es considerado el más grave en Afganistán en las últimas décadas, superando al ocurrido en 2023, cuando murieron mil 500 personas.