
El gobierno de Estados Unidos abrió este domingo el Camp East Montana, un centro de detención migratorio dentro de la base militar de Fort Bliss, con capacidad inicial de mil camas y planes de expandirse hasta albergar a 5 mil personas que esperan su deportación.
El senador republicano John Cornyn aseguró que el centro recibirá a migrantes con órdenes de deportación final, “sin derecho legal a permanecer en el país”. Añadió que el recinto deberá estar abierto a la supervisión del Congreso y de la prensa, tras denuncias de opacidad en otras instalaciones.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos advirtieron que el modelo de carpas expone a los detenidos a calor extremo y condiciones adversas. “Revive un legado vergonzoso”, dijo Savannah Kumar, abogada de la ACLU de Texas, recordando que Fort Bliss fue usado para internar inmigrantes y menores en el pasado, donde incluso se documentaron abusos.
El DHS confirmó que este es uno de varios centros habilitados en instalaciones militares, junto a Camp Atterbury en Indiana, la base McGuire Dix-Lakehurst en Nueva Jersey y el controvertido envío de migrantes hacia la base de Guantánamo en Cuba.