
La Sala de Asuntos Indígenas del Poder Judicial del Estado de México concedió amnistía a Bonifacia “N”, una mujer indígena mazahua de la tercera edad que permaneció más de tres años en prisión por homicidio simple, luego de un proceso plagado de violaciones a sus derechos.
Originaria de Villa de Allende y en situación de pobreza extrema, Bonifacia fue sentenciada a ocho años y nueve meses de cárcel sin contar con un traductor de su lengua materna ni con una defensa que considerara la violencia familiar que padecía.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México documentó graves irregularidades, como la ausencia de intérprete, falta de perspectiva de género y omisión en el análisis de las circunstancias de violencia. Incluso, el día de los hechos, Bonifacia resultó lesionada tras ser agredida por la víctima, pero su defensa no presentó pruebas para controvertir la acusación.
El magistrado Arturo Márquez González señaló que, pese a que la Ley de Amnistía estatal limita su aplicación en delitos contra la vida, el caso ameritaba una excepción para garantizar el acceso a la justicia.
Tras la resolución, se ordenó su “inmediata y absoluta libertad”, dado que la reparación del daño ya había sido cubierta. Colectivos y el Instituto de la Defensoría Pública respaldaron la procedencia de la amnistía.