
El gobierno ruso respondió con mesura a la decisión del expresidente Donald Trump de desplegar dos submarinos nucleares ante lo que describió como “amenazas rusas”, aunque descartó una escalada inmediata entre ambas potencias.
“En una guerra nuclear no puede haber vencedores”, recordó el vocero presidencial Dmitri Peskov, quien también afirmó que la política exterior rusa solo responde a las directrices del presidente Vladimir Putin.
El Kremlin señaló que no considera que exista una escalada activa entre ambos países, pero pidió prudencia ante la retórica sobre armamento nuclear. “Todos deben ser cuidadosos”, subrayó Peskov.
Mientras tanto, Moscú confirmó que está dispuesto a recibir esta semana a Steve Witkoff, enviado especial de Trump para Medio Oriente, quien ha sostenido varios encuentros con Putin en lo que va del año.
La reunión será clave, pues se celebrará justo antes del plazo de 10 días impuesto por Trump para lograr un alto al fuego en Ucrania, so pena de nuevas sanciones y aranceles para países que importan petróleo ruso, como India y China.
Al respecto, Trump advirtió: “Si Rusia no acepta, habrá consecuencias. Pero sí, pueden evitarlo si hacen que la gente deje de morir”.
Medios rusos también destacaron que Dmitri Medvedev, cuyo discurso beligerante detonó la reciente tensión, ha estado ausente de redes sociales desde el 31 de julio.
El despliegue de submarinos nucleares fue anunciado por Trump como medida preventiva ante declaraciones agresivas de figuras rusas. La última vez que Putin ordenó una alerta nuclear fue en febrero de 2022.