
Las principales organizaciones de derechos humanos de Israel, B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos, acusaron formalmente al gobierno israelí de cometer un “genocidio” en la Franja de Gaza, basadas en investigaciones, testimonios y análisis de políticas militares.
“Nada te prepara para darte cuenta de que eres parte de una sociedad que comete genocidio”, declaró Yuli Novak, directora ejecutiva de B’Tselem, durante una conferencia de prensa. El informe de su organización, que recopila información de más de 20 meses de conflicto, sostiene que existe una acción coordinada por parte del Estado para destruir intencionalmente a la sociedad palestina.
Por su parte, Médicos por los Derechos Humanos en Israel aseguró que el sistema sanitario en Gaza ha sido blanco de una “destrucción deliberada y sistemática”, lo que ha dejado a millones sin acceso a servicios médicos esenciales.
Ambas organizaciones publicaron sus hallazgos mientras se intensifica el escrutinio internacional sobre la actuación de Israel en el enclave palestino. La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant, por posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad.
El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, rechazó las acusaciones y argumentó que Israel ha enviado casi dos millones de toneladas de ayuda humanitaria a Gaza. “Nuestras fuerzas atacan a terroristas, no a civiles. Hamás es el responsable del sufrimiento”, aseguró.
Las denuncias de las ONG han generado división incluso dentro de la sociedad israelí, donde algunas voces consideran las acusaciones como traición, mientras otras defienden el derecho a la crítica como un acto de responsabilidad democrática.
La comunidad internacional sigue observando con atención el desarrollo del conflicto, mientras la población civil en Gaza enfrenta una crisis humanitaria cada vez más severa.