
El papa León XIV sostuvo su primer encuentro oficial con el metropolita Antoni, jefe de relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa y emisario del patriarca Cirilo, en un gesto que busca abrir canales de diálogo tras años de distanciamiento provocados por la guerra en Ucrania.
La reunión se desarrolló en un ambiente de cordialidad. Según el patriarcado de Moscú, Antoni transmitió los saludos de Cirilo al pontífice y sus felicitaciones por su reciente elección como líder de la Iglesia Católica Romana. León XIV, por su parte, expresó gratitud y enfatizó la relevancia de reconstruir los vínculos con la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Durante la conversación, ambos abordaron temas clave en el escenario global, como la situación en Ucrania y Medio Oriente. El metropolita Antoni aprovechó la ocasión para denunciar la “persecución” que sufre la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, una acusación frecuente del patriarcado ruso desde el inicio del conflicto armado.
En declaraciones previas al encuentro, Antoni había manifestado su esperanza de fortalecer la cooperación entre ambas iglesias: “En un mundo en rápida secularización, los cristianos debemos colaborar más allá de nuestras diferencias”, declaró al diario La Repubblica.
La reunión también cobra relevancia política. El papa León XIV ha mostrado desde el inicio de su pontificado una intención conciliadora y humanitaria en torno a los grandes conflictos del mundo. El enviado ruso ya había estado presente en el funeral del papa Francisco, lo cual consolidó este acercamiento entre iglesias históricamente separadas.