
El actor Rubén Branco vivió gran parte de su vida ocultando su orientación sexual. No quería que nadie decidiera cuándo debía salir del clóset. Sin embargo, su participación en la obra “Siete veces adiós: Él y Él” lo llevó a abrirse con más libertad, comenzando por su familia.
“Fue gracias a esta obra que hablé con mi mamá”, contó entre emociones. La invitó al Teatro Ramiro Jiménez y, al terminar la función, le preguntó qué pensaba. La respuesta fue tan sencilla como poderosa: “Yo veo esto tan normal”.
Para Rubén, ese momento significó más que una aprobación: fue un paso hacia la sanación. “Ver una historia con mucho amor, con música hecha desde el corazón, podría ayudar a que las pláticas incómodas entre padres e hijos sobre orientación sexual fueran más suaves”, dijo.
Ahora que vive su verdad con libertad, Branco reconoce que también siente una responsabilidad con el público. “Desde mi trinchera, mis creencias y mi lucha, pongo mi granito de arena a través del arte”, expresó. Agrega que muchas veces, al salir al escenario y ver que gran parte del público pertenece a la comunidad LGBT+, comprende el valor de esta representación.
En la obra, Rubén interpreta a L’amore, una figura que representa el amor en todas sus formas, dentro de la historia de una pareja masculina. El montaje se presenta todos los jueves y sábados hasta el 5 de julio, y ha sido clave no solo para el público, sino también para quienes forman parte de él.
“Siete veces adiós” no solo muestra un romance, también acompaña, abre puertas y ayuda a sanar heridas que, en muchos casos, llevan años en silencio.