
En un paso histórico para la conservación ambiental en el estado, el Gobierno de Nuevo León, encabezado por el Gobernador Samuel García Sepúlveda, declaró oficialmente al Río Santa Catarina como Área Natural Protegida, consolidando su importancia como pulmón verde de Monterrey y su zona metropolitana.
El anuncio se realizó durante una jornada de limpieza masiva en la que participaron más de mil 500 voluntarios, quienes retiraron cerca de 80 toneladas de basura del cauce del río, como parte de las acciones para su preservación, restauración y protección.
🗣️ “El río es nuestra vida, es nuestro pulmón y tenemos que cuidarlo”, enfatizó el Gobernador Samuel García.
El acuerdo firmado establece al Río Santa Catarina como Santuario Biológico Estatal, abarcando más de 700 hectáreas en su tramo desde la Sierra Madre Oriental hasta El Cuchillo, y cruza por los municipios de Santa Catarina, San Pedro Garza García, Monterrey, Guadalupe y Juárez.
Protección permanente para el Río Santa Catarina
La declaratoria incluye la creación de una división ambiental permanente, encargada de supervisar y proteger el área los 365 días del año. Esta nueva unidad velará por evitar construcciones ilegales, desechos contaminantes y cualquier acción que afecte la flora y fauna del ecosistema.
El Gobierno estatal también anunció que trabajará de forma coordinada con CONAGUA, ONGs, colectivos ambientales y autoridades municipales, para implementar políticas sostenibles y programas de educación ambiental a largo plazo.
“Durante años, el Río Santa Catarina fue olvidado, utilizado para actividades indebidas como go karts o tianguis. Hoy iniciamos una nueva etapa en la que el río será respetado y restaurado como lo que es: un símbolo natural y vital de Nuevo León”, añadió el Gobernador.
Una nueva era para el medio ambiente en Nuevo León
Con esta acción, el Gobierno de Nuevo León refuerza su compromiso ambiental, estableciendo precedentes para la protección de recursos naturales en zonas urbanas. El Río Santa Catarina, ahora reconocido como un área natural protegida, se convierte en un ejemplo de cómo las ciudades pueden reconectarse con su entorno ecológico.