
Más de 400 personas murieron la semana pasada como consecuencia de nuevos ataques perpetrados por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en la región de Darfur, al oeste de Sudán. Así lo informaron fuentes fidedignas citadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
Según declaró el lunes Ravina Shamdasani, portavoz del ACNUDH, sólo entre el jueves 10 y el sábado 12 de abril se confirmaron al menos 148 muertes, aunque la cifra real podría ser mucho mayor. “Las verificaciones continúan”, explicó, añadiendo que “las fuentes fiables reportan más de 400 víctimas mortales”. Esta estimación ni siquiera incluye los ataques ocurridos el domingo, lo que sugiere un saldo aún más trágico.
Un conflicto armado que no da tregua
La guerra civil en Sudán estalló en abril de 2023, alimentada por la lucha de poder entre el general Abdel Fatah al Burhan, líder del ejército sudanés, y Mohamed Hamdan Daglo, comandante de las FAR. El conflicto ha dejado decenas de miles de muertos y ha forzado a más de 12 millones de personas a desplazarse, en medio de una crisis alimentaria que amenaza con convertirse en una hambruna generalizada.
Darfur, epicentro del horror
Los recientes ataques de las FAR se han concentrado en torno a los campos de refugiados cercanos a El Fasher, la última capital de Darfur que permanece fuera del control de los paramilitares. Los informes de las Naciones Unidas y de organizaciones de derechos humanos advierten que miles de civiles están atrapados entre los frentes de combate, sin acceso a servicios básicos ni posibilidad de huir.
Preocupación internacional y falta de acción efectiva
A medida que la violencia escala, la comunidad internacional ha expresado su preocupación, aunque hasta ahora la respuesta ha sido limitada. Pese a los llamados urgentes de ayuda, la intervención internacional sigue siendo insuficiente frente a la magnitud de la crisis.
La ONU y otras agencias humanitarias luchan por brindar asistencia en medio de un colapso generalizado de las infraestructuras de salud, educación y suministro de alimentos y agua.
Perspectivas de paz: un futuro incierto
Las esperanzas de una solución pacífica al conflicto en Sudán parecen cada vez más lejanas. Ambas partes mantienen posturas rígidas y la posibilidad de negociaciones se desvanece ante la continua intensificación de los ataques.