En su primera rueda de prensa desde la investidura del presidente Donald Trump, el pasado 20 de enero, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que el 1 de febrero se mantiene como fecha de entrada en vigor de los aranceles del 25% a México, Canadá y también a China.
Leavitt afirmó que “el presidente espera que cada nación del mundo coopere con la repatriación de sus ciudadanos” y señaló que Trump ha hecho “declaraciones específicas” a México y Canadá sobre sus expectativas en temas de seguridad fronteriza.
Histórica cooperación con México
Durante la conferencia, Leavitt reconoció que ha habido “niveles históricos de cooperación con México” en el tema migratorio. Sin embargo, indicó que cualquier cambio en la decisión de Trump respecto a los aranceles será notificado oportunamente. Además, justificó las redadas migratorias y la detención de migrantes indocumentados, afirmando que “cualquier persona que entra a Estados Unidos irregularmente es un criminal y, por tanto, sujeto a deportación”.
Leavitt presentó imágenes de personas detenidas durante estas operaciones, entre las que destacó casos de mexicanos acusados de delitos graves como abuso infantil. Estas pruebas, según la vocera, refuerzan la eficacia de las políticas migratorias de la administración Trump.
Aranceles y seguridad fronteriza
El presidente Donald Trump justificó su decisión de imponer aranceles alegando que México y Canadá están permitiendo la entrada de grandes cantidades de personas y de fentanilo a Estados Unidos. En sus palabras, “Estamos pensando en un 25% para México y Canadá porque están permitiendo que una gran cantidad de personas ingresen al país y entre fentanilo. Creo que lo haremos el 1 de febrero”.
Trump también calificó a Canadá como un “gran abusador”, dejando claro que el gobierno estadounidense busca medidas contundentes para abordar estos temas.
Mensaje a los migrantes
En un mensaje directo a quienes buscan ingresar irregularmente a Estados Unidos, Leavitt declaró: “Serás detenido y deportado”. Según la portavoz, estas medidas forman parte de una estrategia integral que ha logrado que “Estados Unidos sea cada día más seguro”.
La administración Trump ha dejado claro que no retrocederá en sus esfuerzos por reforzar la seguridad fronteriza y reducir la inmigración ilegal, mientras busca ejercer presión sobre sus socios comerciales para cumplir con sus demandas.