
Oaxaca de Juárez. En el Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso, el más importante de Oaxaca, la crisis por la falta de insumos y medicamentos ha alcanzado niveles alarmantes. Pacientes en camillas colocadas en los pasillos esperan días por una cirugía, mientras los servicios se suspenden y el personal trabaja en condiciones precarias.
Uno de los casos es Carlos (nombre ficticio), quien lleva cinco días esperando una operación por fractura. Su esposa menciona que trasladarlo a un hospital privado costaría más de 85 mil pesos, una opción inviable para la familia. La salida voluntaria es otro riesgo, ya que cualquier movimiento podría agravar su situación.
Según la enfermera Victoria Vásquez, jefa del área de Valoración Crítica, “No están haciendo nada de cirugías… Permanecen los pacientes en los pasillos porque este es un hospital de cero rechazo”. Añade que faltan medicamentos, vendas e incluso agua potable, lo que complica aún más la atención.
La dirección del hospital anunció la suspensión de cirugías programadas y aplazó las no urgentes. La falta de insumos y combustible también afecta la atención de urgencias quirúrgicas, incluso obstétricas, lo que obliga a coordinarse con la Red Obstétrica Metropolitana.
Además, la alimentación del personal fue suspendida el 7 de enero debido a la falta de Diesel y Gas LP. La cocina del hospital enfrenta problemas graves: utensilios viejos, equipos inservibles y riesgo eléctrico. “Si no surten gas, diesel y agua, no habrá comida para los pacientes”, advierte Marisol Ojeda, jefa del área de cocina.
La secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Patricia Méndez Jiménez, atribuye la crisis al sistema IMSS-Bienestar. “Consideramos que no está funcionando. No cumple con responsabilidades como el suministro de gas y agua”, señaló.
El dirigente sindical Édgar Carrasco Martínez también denuncó deficiencias en hospitales del Istmo y otras regiones, como desabasto de medicamentos del 40% y un déficit similar en médicos especialistas. Estas fallas afectan tanto a pacientes como a trabajadores, quienes sufren retrasos en pagos y falta de recursos.
En sus 60 años de operación, el Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso no había enfrentado una situación tan crítica. La transición hacia el sistema IMSS-Bienestar y la falta de una planeación adecuada han puesto en riesgo a miles de personas que dependen de este servicio.
La crisis exige una respuesta inmediata por parte de las autoridades para garantizar el derecho a la salud de los oaxaqueños y condiciones dignas para el personal médico.