El fútbol mexicano está de luto tras el fallecimiento de Cristóbal Ortega, una de las máximas leyendas del Club América.
El exjugador murió a los 68 años tras una larga batalla contra el cáncer, enfermedad que lo aquejaba desde hace varios años. Ortega es recordado como un ícono de las Águilas y un referente histórico en la década de los 80’s.
Trayectoria y legado en el Club América
Cristóbal Ortega, nacido el 25 de julio de 1956 en la Ciudad de México, dedicó toda su carrera profesional al Club América, donde jugó de 1974 a 1992. Como mediocampista, acumuló un récord de 711 partidos oficiales, convirtiéndose en el futbolista con más encuentros de liga en Primera División con un mismo club en México.
Durante su trayectoria, Ortega formó parte de la llamada “Generación Dorada” del América, contribuyendo a la conquista de 14 títulos oficiales:
- 6 Ligas MX: 1975-76, 1983-84, 1984-85, Prode 1985, 1987-88, 1988-89.
- 3 Campeón de Campeones: 1975-76, 1987-88, 1988-89.
- 3 Concacaf: 1978, 1987, 1990.
- 2 Copas Interamericanas: 1978, 1991.
Entre sus logros más destacados está el tricampeonato en las temporadas 1983-84, 1984-85 y Prode 1985, que marcó una época dorada para el club.
Un pilar de la Selección Mexicana
Además de su brillante carrera en el América, Ortega representó a México en dos Copas del Mundo: Argentina 1978 y México 1986. Su talento y compromiso dentro del campo lo convirtieron en un jugador clave para el equipo nacional.
Homenaje y despedida
El Club América emitió un comunicado a través de sus redes sociales para despedir a su leyenda:
“El Club América lamenta profundamente el sensible fallecimiento de Cristóbal Ortega, leyenda absoluta de nuestra institución. Su legado y amor por el equipo quedarán grabados para siempre en la historia de nuestro club y en el corazón de nuestra afición. Nos unimos al dolor que embarga a sus familiares y amigos en este difícil momento. Q.E.P.D.”
Cristóbal Ortega deja un legado imborrable en el fútbol mexicano y en la historia del Club América. Su pasión, lealtad y dedicación dentro y fuera del campo lo convierten en un ícono que será recordado por generaciones.