Selvame MX, alianza de ambientalistas, afirmó que el tren y otros proyectos asociados nunca debieron ser impuestos ilegalmente dentro de la Selva Maya.
“La biodiversidad de México no debe ser sacrificada en nombre del progreso”, expresaron organizaciones no gubernamentales ambientalistas al condenar las prácticas implementadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) y la empresa Tren Maya S.A. de C.V. respecto al manejo de fauna nociva para las operaciones ferroviarias de la mega obra.
“La selva de la Península de Yucatán es uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del planeta, incluyendo especies en peligro de extinción como el jaguar (Panthera onca), otros felinos, como el ocelote, puma, jaguarundi, el venado cola blanca, una gran variedad de murciélagos, el pecari tajacu, primates como el mono aullador y el mono araña desempeñan un papel esencial en el funcionamiento de los ecosistemas de la región, siendo indispensables para la salud y sostenibilidad de este entorno natural único.
“Medidas como esta no solo representan un ataque directo a la fauna local, sino también una violación de las leyes ambientales mexicanas y los compromisos internacionales en materia de conservación”, mencionó el colectivo Selvame del Tren a través de un comunicado.
Selvame MX, alianza de ambientalistas, afirmó que el tren y otros proyectos asociados nunca debieron ser impuestos ilegalmente dentro de la Selva Maya. “Este control de fauna local demuestra la fragmentación del ecosistema que tanto se advirtió, no es la fauna la que debe ser controlada sino proyectos como un tren en la selva lo que es nocivo para el progreso y el medioambiente”, aseveró.
Así, hizo un llamado urgente a la ciudadanía a mantenerse alerta en defensa de su hogar y su derecho a un medio ambiente sano. También a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y a la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, para que actúen de inmediato, se pronuncien públicamente sobre esta situación y ejerzan su autoridad para garantizar que se cumpla la legislación ambiental vigente.
“Es imperativo que cualquier proyecto de desarrollo, incluido el Tren Maya, respete y proteja la riqueza natural que pertenece a todos los mexicanos y a las futuras generaciones”.