Desde que se convirtieron en líderes de Los Zetas, los acusados siguieron el mismo patrón de uso de la violencia extrema.
El gobierno estadounidense publicó una acusación formal en el Distrito de Columbia que acusa a los líderes de la violenta organización de tráfico de drogas conocida como “Los Zetas“, y su organización sucesora, el Cártel del Noreste (CDN), de participar en una empresa criminal continua; conspiración de tráfico de drogas; delitos con armas de fuego; y conspiración internacional de lavado de dinero.
“Miguel Treviño Morales, de 51 años, también conocido como Z-40, y su hermano, Omar Treviño Morales, de 48 años, también conocido como Z-42, supuestamente asumieron el control de Los Zetas después de más de una década como miembros de la violenta organización de tráfico de drogas. Los Zetas anteriormente sirvieron como un ala militarista armada para el Cártel del Golfo para mantener el control de las rutas de tráfico de drogas en todo México.”
Desde que se convirtieron en líderes de Los Zetas en 2012, al que luego rebautizaron como Cártel del Noreste, los acusados suelen haber continuado su historia y patrón de uso de la violencia extrema para controlar grandes franjas del norte de México, incluso a lo largo de la frontera con Estados Unidos. Con base en las acusaciones en la acusación formal, Miguel y Omar Treviño Morales fueron encarcelados en México en 2013 y 2015, respectivamente, pero continuaron controlando el CDN a través de varios medios, incluso instalando a varios miembros de la familia para dirigir las operaciones a su orden”, indicó el gobierno.
“Se presume que Miguel y Omar Treviño Morales son personalmente responsables de cometer decenas de asesinatos y de dirigir asesinatos, secuestros y actos de tortura por parte de miembros de Los Zetas y el CDN para promover y proteger las actividades de narcotráfico del Cártel y enriquecer a sus miembros”.
“Como se alega en la acusación formal, los acusados dirigían una organización transnacional de tráfico de drogas que era responsable de cometer actos de violencia extrema y de traficar cantidades masivas de narcóticos a los Estados Unidos”, dijo la Fiscal General Adjunta Principal Nicole Argentieri, jefa de la División Penal del Departamento de Justicia.
“El Departamento de Justicia está comprometido a responsabilizar a los líderes de los cárteles como los acusados por envenenar a las comunidades estadounidenses y fomentar la violencia aquí y en el extranjero. También estamos comprometidos a trabajar con nuestros colegas nacionales e internacionales en este esfuerzo, y estamos agradecidos a nuestros socios de las fuerzas del orden mexicanas por su continua colaboración en este caso”.